martes, 30 de noviembre de 2010

Bajen a mi perrito de la luna

Matías no encuentra a su perrito, hasta que levanta la mirada y lo ve ¡en la luna! ¿Cómo llegó ahí? Eso no es tan importante como encontrar una manera de bajarlo. Antes de que sea demasiado tarde, acompañanos en un recorrido mágico por las disparatadas ocurrencias del protagonista para rescatar a Tobi. Un libro que incentiva a los chicos a pensar y buscar nuevas maneras para bajar a un perrito de la luna.

DESCARGA GRATUITA
Les regalo el PDF. Después de todo este libro solo se puede disfrutar, plenamente, impreso. Si les gusta pueden pedirlo y en solo 3 días estará en su casa. ¡Y llega de parte de Papa Noel! 
Bajen a mi perriro de la luna PDF


COMO OBTENERLO
El precio final es de $59 con envío incluido para CABA y prov. Bs. As., Paraná, Rosario, Santa fe Cdad., Córdoba Cdad.  (otras localidades +$13) Es muy fácil. Llega por Correo Argentino y el pago es contra entrega.
Pedilo comentando este post, enviando un mensaje por Facebook a www.facebook.com/rodrigomoralescribe o por mail a rodrigo_moral@hotmail.com

NUESTRO PADRINO
Este libro está apadrinado por Sendra, el papá de "Yo, Matías". Y se refirió así al mismo: "Cuando a la imaginación se la puede llamar fantasía, cuando a la ilustración se la puede llamar arte, cuando al relato se lo puede llamar sueño, sin duda estamos ante un hermoso libro de cuentos"

CARASTERISTICAS TECNICAS
El ejemplar mide 20x20 cm. Tiene lomo y está cosido. Sus hojas son todas de papel ilustración brillante. Una edición prolija y profesional.

martes, 20 de abril de 2010

Un huevo gigante ¡en la puerta de casa!

A las corridas, como cualquier día, Solita salió con un recado, pero se chocó contra un huevo.
Lo rodeó, miró hacia arriba y notó que era tan alto como su casa.
Seguramente había pasado una gallina que en el apuro lo había puesto en su puerta.
"Menos mal que no lo hizo encima", pensó preocupada.
Se trepó por el árbol y al llegar arriba se pasó al huevo y lo empolló.
-¡Soledad! ¡Te pedí que compraras huevos! ¿Dónde estás?
-¡Aquí arriba! -le contestó a su mamá.
Al salir, la señora Clara comentó:
-Sospecho que no va a entrar en la sartén –y volvió a su casa resignada.

viernes, 9 de abril de 2010

Mi mascota, el microondas

Valentino era el único nene de la cuadra que no tenía mascota. Un animal podía estropear el jardín, se podía escapar, alguien lo iba a tener que perseguir, había que bañarlo, darle de comer, parecía que tener mascota era una gran hazaña. Pero a Valentino no lo conformaban esas excusas, así que se ingenió un plan.
Puso el microondas en su carrito y lo llevó de la cuerda. Cuando su mamá quizo poner a cocinar una torta casi se muere del susto... ¿habían entrado ladrones? No. Por la ventana vio a su hijo paseando el microondas por el jardín. ¡Qué alivio! Menos mal que no había traido un perro.

lunes, 29 de marzo de 2010

La torta más rica del mundo

En un país muy lejano, donde se soplan las velitas en una milanesa, el hada Caramba les estaba leyendo a los hermanos Lucero una gran historia.
Lucía y Luciano seguían atentamente los pasos de esa leyenda que se titulaba: "Cómo hacer una torta".
-Por último, se mete al horno durante cuarenta minutos a temperatura moderada y listo. Colorín colorado espero que no se haya quemado.
El hada cerró el libro de recetas y sopló suavemente sobre su tapa. Su magia hizo que desprendiera el aroma de las tortas recién horneadas. A los hermanos Lucero se les hizo agua la boca y Lucía preguntó:
-¿Por qué ya no se hacen tortas?
Con tono misterioso el hada Caramba respondió:
-Porque hace cien años hubo una gran pelea entre los reyes de los ingredientes.
-¿Quiénes? -inquirió Luciano.
-Los reyes de la harina, los huevos, la leche y el azúcar -aclaró el hada.
Los hermanos se miraron y gritaron:
-¡Hagamos una torta!

jueves, 18 de marzo de 2010

El viaje de Juan Tanburro

A Juan Tanburro no le iba muy bien en el colegio. No le salían ni las sumas más elementales: cuando tenía que hacer 5 más 6 no le alcanzaban los dedos y renunciaba. En Lengua nunca entendía por qué no se podía decir Baca y Vurro si sonaban igual.
La junta de Villa Sapiensa se reunió y acordó que Juan fuera expulsado del pueblo por bruto y lo nombraron Cabeza de alcornoque. Hacía mucho que no se le concedía tal mención a alguien.
Su mamá le llenó la mochila de galletas y lo despidió con un poco de vergüenza.
-Vuelve cuando aprendas algo, quizás los calores de los caminos te ablanden la cabeza dura que tienes -le dijo palmeándole la espalda y medio empujándolo para que se marchara cuanto antes.
Juan se fue refunfuñando y como siempre le habían dicho que se las sabía todas no se preocupó por las vicisitudes de su exilio... hasta que cayó el sol.

El Doctor O y las falsas anginas de la jirafita

Todos los niños querían mucho al Doctor O porque era muy amable y cuidadoso, pero sobre todo porque de su consultorio siempre salían con un caramelo de miel.
Las mamás también lo adoraban. No había alivio más grande en el mundo que llevar a sus hijos sin berrinches al médico.
En la puerta de su consultorio había un cartel bastante ancho que tenía escrito: "Doctor Ornitorrinco Otorrinolaringólogo". Por eso le decían simplemente Doctor O.
Ningún padre lo llamaba por su nombre completo. Imagínense que cuando terminaban de nombrarlo su hijo ya había empeorado.

lunes, 15 de marzo de 2010

Hay un elefante en mi oreja!


El elefante era la más grande atracción del zoológico. A los niños les encantaba ver su majestuosa figura revoleando esa tremenda trompa. Cuando se ponía en dos patas todos los que pasaban por allí se detenían y lo aplaudían. ¡Qué bien que le hacían esos vítores!
Pero una tarde, después del baño, un cuidador le dijo:
-Te voy a extrañar, Augusto. El museo no es tan divertido.
Luego le dio unas palmadas y se marchó.
Revolcándose de la risa, la hiena le dijo:
-Mi prima Lucy está en el museo de Ciencias Naturales. ¡Está tan flaca que se le ven las costillas!
Entonces su rostro se ensombreció. ¡Por todas las trompas! ¡Lo iban a embalsamar y a convertir en un animal de exposición!